Escribí este artículo como una manera de desahogar mi frustración sobre la factura CFDI 3.3, dar mis puntos de vista como usuario (Negocio) y como parte del equipo de implementación del CFDI. Este artículo es de carácter personal y deslindo a Osmos Cloud Inc. y Osmos Cloud SA de CV.
Si aún no estas enterado, el 1o de Enero del 2018 entró en vigor la nueva facturación electrónica en México CFDI 3.3. Varios meses antes, cuando la nueva versión se había anunciado y después de haber conocido y entendido los cambios y nuevos requerimientos fue el día que comenzó mi frustración.
Entiendo que a nadie le gusta el cambio y siempre existirá una resistencia. Hay cambios que son buenos y otros que no lo son.
“considero que el cambio a la versión 3.3 está lejos de ser un buen cambio para los negocios, clientes y el país. ”
¿Porqué se implementó el CFDI en México?
La principal razón por la que se implementó la facturación en México y se está implementando en países de Latinoamerica es por la evasión fiscal, fraudes, uso indebido de facturas y el poco control del SAT sobre las facturas impresas.
Con la llegada de la facturación electrónica, el SAT o la institución dedicada a recaudar impuestos puede controlar y saber quién emite una factura, a quien y todos los detalles de la transacción. ¿Cómo? Sin entrar en detalles, digamos que virtualmente el SAT le pone un sello a cada factura que emites avalándola. Además, sabe exactamente quién eres tú y quien es tu cliente.
“La idea y concepto de la facturación electrónica CFDI se me hace genial.”
Simplifica la administración de los negocios, del SAT, ademàs de aportar seguridad y confianza en las transacciones (hasta aquí todo va bien). Cabe resaltar que la versión 3.2 no estaba mal, cumplía con su propósito y realizar facturas era un proceso hasta eso sencillo. Un par de pasos adicionales a las versiones anteriores (seleccionar método de pago), pero aun así no era complicado.
¡OH NO!, el CFDI 3.3 llegó
La mala noticia es que la versión 3.3 (por definición tuvo que haberse llamado 4.0 por TODOS los cambios que conlleva) es una versión de CFDI que pierde el enfoque inicial (Simplificar y controlar la facturación) convirtiendo el nuevo proceso de facturación en un proceso 100 % burocrático.
Considero que la nueva versión 3.3 no moderniza la facturación electrónica y no la hace más sencilla. Se pierde el enfoque de recaudación de impuestos y subir más negocios a la formalidad debiendo ser este el objetivo #1.
El mundo después de CFDI 3.3
Imagínate, ahora en el mundo del CFDI 3.3 para realizar una factura debes de:
- Incluir impuesto a CADA concepto de la factura, ya no se puede hacer de manera global. Así es, si vas a facturar 20 conceptos, cada uno tiene que venir identificado con su propio impuesto aunque para todos aplique el mismo. Ejemplo IVA del 16%
- Ahora tienes que identificar cada uno de los productos o servicios que vendes y relacionarlos a un catálogo que el SAT proporciona. Tienes que deducir y seleccionar dentro de un catálogo con más de 52,840 categorías a cuál de ellas corresponde cada concepto de tu factura.
- Si seleccionar la categoría del producto y servicio no fuera poco, ahora también tienes que identificar el tipo de unidad en base a un catálogo que creó el SAT. Pensé que esto no sería tan complicado, pero es aún más complicado que seleccionar una categoría de producto o servicio. Ahora por cada concepto tendrás que seleccionar el tipo de unidad dentro de un catálogo de 1,732 tipos de unidades. ¡WOW! hay cientos de ellas que ni conocía. Va a ser muy interesante ver como los negocios catalogan todos sus productos y servicios.
- Tienes que preguntarle a tu cliente para que van a usar el CFDI y factura. Esto no es broma, tienes que indicar en tu factura cual va a ser el uso que tu cliente le va a dar. Por lo menos aquí no hay tantas opciones, solo 21 hasta el momento.
- Existen otros cambios como seleccionar si el cliente pagará en parcialidades o en una sola exhibición o identificar con un código postal desde donde emites la factura, pero estos pasos ya no hacen la diferencia.
Adicionalmente en teoría el receptor de la factura tendrá que asegurarse que las categorías, impuestos y unidades de los conceptos estén correctos.
Aún hay mas para este 2018…
En Junio de este 2018 nos espera una nueva sorpresa: Cancelar un CFDI. Este cambio estaba planeado para 1o de Enero del 2018, pero, como no está bien definido el tema de cancelación por parte del SAT lo aplazaron. Lo que sé es que tenían planeado no permitir cancelar facturas como se llevaba a cabo.
El proceso que estaban proponiendo era realizar la cancelación a través de un portal del SAT (Buzón tributario) donde ambos, cliente y negocio deben instalar en una computadora una aplicación y desde ahí el negocio tiene que solicitar al cliente la aprobación de la cancelación de la factura. Imagínate, la principal causa de cancelación de facturas es por falta de pago o errores en la factura. Ahora lo que sugiere el proceso es que el negocio tiene que pedir permiso al cliente para cancelar una factura que no pagó. Si el cliente no da permiso o no contesta porque no tiene la aplicación del SAT instalada no podrás cancelar la factura. Si quieres saber mas puedes leer este artículo que encontré: http://bit.ly/2FqsRav
Conclusión
Sinceramente, el CFDI 3.3 no ayuda a nadie. Para los negocios emitir una factura tomará siglos y errores. El cliente ahora tendrá la responsabilidad de auditar facturas.
El SAT, pues aunque su objetivo es clarísimo y en teoría sonaría idóneo, armar una super base de datos donde puedan tener la información de que se vende, que se compra, a quien, como, etc… No es tarea sencilla y más que ayudar en la recaudación de impuestos pondría una brecha aún más grande con el NO contribuyente.
Los gobiernos deberían de enfocarse en cómo hacer la recaudación de impuestos más sencilla, estandarizar procesos y hacerlos lo más amigables posibles para que no haya pretextos para el pago de impuestos.
